A diferencia de hace unas décadas, hoy día, ya no se ve por las calles, por los barrios, tanto trasiego de camiones con bombonas de butano. ¡Pero siguen existiendo! En muchos hogares, se sigue empleando el gas butano para estufas y, sobre todo, cocinas.
El gas butano presenta características distintas a las del gas natural. ¿Quieres conocer sus diferencias? Continúa leyendo…
En cuanto a sus propiedades, el butano es una mezcla de hidrocarburos que proceden del refinado de petróleo. Estos hidrocarburos se comprimen hasta convertirse en líquido.El butano no produce olor en estado natural, pero, por seguridad, se le añade aditivos de olor especial para permitir su detección Por su parte, el gas natural, aunque es también un hidrocarburo, se encuentra en estado natural en forma gaseosa y está compuesto esencialmente por metano. Aunque el gas natural también necesita odorización, en este caso habitualmente se utiliza siempre tetrahidrotiofeno (THT) como odorizante. Se puede decir sin lugar a equivocarse que el gas natural, con 0,204 kgCO2/kWh,es la energíaa que menos CO2 emite a la atmósfera del análisis.
En cuanto a la accesibilidad, el butano resulta idóneo cuando el consumo es esporádico o cuando la red de gas natural no llega a la zona. Para utilizar gas butano, recibimos la visita de un técnico que chequea las conexiones y accesorios necesarios y elabora un presupuesto para la instalación en base a los costes . La instalación no tiene muchas complicaciones y resulta económica. Lo que sí se debe tener en cuenta es la necesidad de prestar atención al mantenimiento preventivo y a la seguridad de dichas conexiones. Por su parte, para la instalación de gas natural, hay que solicitar una conexión a la compañía distribuidora propietaria de la red canalizada, que realizará un estudio previo y elaborará un presupuesto incluyendo costes de alta y equipos de medición. Asimismo, una vez aprobado el presupuesto, un instalador cualificado realizará la instalación interior necesaria..
En la cocina, hemos de tener en cuenta que el consumos de la instalación y la necesidad de cambiar la bombona frecuentemente. En este sentido el gas natural resulta más cómodo ya que el suministro es continuo según la necesidad, sin más que activar los aparatos de consumo.
En cuanto al precio, el butano puede resultar más económico para pequeños consumos aunque el precio puede variar con más frecuencia, al menos trimestralmente, tanto al alza como al baja en función del precio de los hidrocarburos de referencia..
Visto lo visto, nuestra recomendación ya te puedes imaginar cual es… ;) Con toda ‘naturalidad’, recomendamos el gas preferido por la mayoría de chefs. Así que si eres un aficionado de la cocina conviértete en un Master Chef de la mano del gas natural.
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